martes, 4 de septiembre de 2012

El multitudinario paso del Buen Fin



La  fotografía es realmente curiosa y puede representar el paradigma de los pasos de misterio del periodo romántico, con una multitud de figuras alineadas a ambos lados de las andas. . Vemos en él al Santísimo Cristo del Buen Fin y a Nuestra Señora de la Palma, imágenes antiguas recuperadas por la hermandad de su antecesora, compartiendo andas con al menos otras siete figuras.

Entre ellas son inhabituales un soldado romano portando un senatus custodiando al Cristo y alguna figura que sostiene una larga caña enhiesta con una esponja. La razón de su inclusión es que la hermandad pretendía representar el pasaje pasionista de “Sed tengo”, cosa realmente curiosa ya que el Crucificado del Buen Fin es una imagen de Cristo ya fallecido

La fotografía está tomada en el interior de la iglesia  de San Antonio entre 1918 en que adquiere las andas actuales y 1922 ya que al año siguiente se retiraron la mayoría de estas figuras. Durante los años veinte se intentaron diversas disposiciones de las imágenes, con y sin la Virgen, hasta que esta estrenó paso propio en 1930.

En 1972 se sustituye la Magdalena por una tallada por Luis Álvarez Duarte al tiempo que se estrenan otras tres figuras del mismo autor: los santos varones y un centurión. El pasaje que pasa a representarse ahora es el momento en que el romano entrega a Jose de Arimatea   el permiso para hacerse cargo del Cuerpo de Jesús mientras Nicodemo contempla la escena al pie de la cruz.

Por último, en 1998 la junta de Gobierno decide suprimir todas las figuras, procesionando desde entonces el Cristo solo en las mismas andas. Para que no existiese una desproporción entre el tamaño de estas, que habían albergado casi una decena de figuras, y la solitaria cruz se invirtió la disposición de los candelabros de las esquinas y se sobreelevó el monte de claveles.



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